Muchas veces las personas piensan que hacer una maceta de concreto es costoso y difícil, pero en realidad es una forma sorprendente-mente fácil y barata. Este tipo de macetas son ideales para plantas de interior o de exterior. El tipo y cantidad de plantas que deseas tener, determinan el tamaño y la forma de tu propia maceta. 1- Escoger los moldes. Necesitarás dos, uno exterior y uno interior, con la misma forma pero distinto tamaño. Puedes crear tus propios moldes si recortas cajas de cartón y darles el tamaño que quieras
2- El molde más pequeño debe entrar en el más grande con un espacio de cinco centímetros aproximadamente, este espacio será el grosor que tendrán las paredes de tu maceta.
3- Algunos materiales para el molde pueden ser: vidrio, plástico, cartón, acero inoxidable e incluso poliestireno.
4- Rociar el interior de los moldes con aceite o lubricante en aerosol, esto te permitirá sacarlo más fácil más adelante. Si tu molde es de vidrio, al cubrir el vidrio con lubricante tal vez no sea necesario romperlo cuando quites los moldes de la maceta.
5- Hacer una mezcla de concreto en una carretilla. El cemento resistente a gritas es lo recomendable. Vierte la cantidad que desees de cemento en la carretilla, agrega agua y mezcla hasta que tenga una consistencia parecida a la masa para bizcochos. Protege tus manos con guantes, mientras trabajas con el concreto.
6- Puedes agregar otros materiales decorativos según tus gustos, como pueden ser: vidrio, piedra, conchas de mar u otros. Siempre y cuando no afecten mucho a la consistencia de la mezcla de concreto.
7- Para la base, vertir la mezcla de concreto de manera uniforme en el fondo del molde exterior. Puedes agregarle piedras de drenaje en la base o taladrar agujeros después. 8- Alisa y aplana la mezcla de cemento con una pala de jardinería.
9- Presiona bien el molde interior sobre la mezcla de concreto hasta que la base tenga el grosor deseado. La base y las paredes deben ser de parecido grosor, aunque es recomendable que la base sea más gruesa que las paredes.
10- Vierte la mezcla de cemento en el espacio entre los moldes. Apisona bien con una pala de jardinería y empuja la mezcla de concreto hacia los bordes del molde, para asegurarte de que las paredes sean lisas y evitar la formación de burbujas de aire.
11- Usa la pala de jardinería para emparejar bien y alisar la superficie. Haz rebotar un poco la maceta para ayudar a la consistencia del cemento ( en el caso de los moldes de vidrio tené cuidado de no romperlos)
12- Envuelve la maceta en plástico y déjala reposar unos tres días.
13- Proba con un cuchillo o un destornillador, para ver si el concreto sigue aún húmedo.
14- Saca despacio el molde interior. En el caso de usar cartón, deberías poder despegarlo. Si tus moldes son de vidrio, quizás debas romperlo, si lo cubriste con aceite o lubricante, es posible que no sea necesario. 15- Saca la maceta también del molde exterior. Con una brocha de pelos gruesos o un estropajo, pulir la superficie de la maceta.
16- Dejar que la maceta repose varias semanas. Frota diariamente tu maceta con una esponja o tela húmeda hasta que su color se oscurezca.
17- Después de unos días que se haya secado, si no has colocado las piedras de drenaje, puedes taladrar los agujeros en la base.