Las picaduras de arañas
A pesar de que todas las arañas pueden morder, la mayoría de ellas no hacen más daño a un ser humano que una picadura de abeja o una picadura de mosquito. La mayoría de las arañas con una mordedura que ponen en peligro la vida son bastante tímidas y atacar sólo cuando se sienten amenazados. Sólo han habíado alrededor de 100 muertes por picaduras de arañas durante el siglo XX.
Los venenos de arañas trabajan en uno de los dos principios fundamentales: o atacan el sistema nervioso con veneno neurotóxico, o los tejidos alrededor de la picadura de ataque con veneno necrótico. El veneno neurotóxico funciona de dos maneras: através de la sobreestimulación “la producción de los neurotransmisores… que pueden causar todo el sistema nervioso para convertirse paralizado”, y mediante el bloqueo de “impulsos nerviosos a los músculos Esto tiene la consecuencia de provocar la los músculos de calambres y llegar a ser rígida. También tiene el efecto de interrumpir muchas funciones corporales”. El Veneno necrótico actúa haciendo que “el tejido alrededor de la picadura de morir.”
Los investigadores están estudiando nuevos usos para el veneno de araña, de una alternativa ecológica (y las abejas-amistoso) a los pesticidas, a los tratamientos para la enfermedad de Alzheimer, la arritmia cardiaca y accidentes cerebrovasculares. Además, la seda de araña tiene un montón de usos de ingeniería, desde una armadura de comunicaciones ópticas.
Aracnofobia
Los seres humanos han tenido durante mucho tiempo una relación tumultuosa con las criaturas de ocho patas. Aracnofobia, o el miedo a las arañas, es una de las fobias más comunes. Algunas estadísticas muestran que el 50 por ciento de las mujeres y el 16 por ciento de los hombres tienen esta fobia.
Los biólogos evolucionistas suponen que un miedo a las arañas moderna puede ser una forma exagerada de una respuesta instintiva que ayudaron a los primeros seres humanos para sobrevivir. Otros estudiosos piensan que el miedo a las arañas se inició en la Edad Media, cuando las arañas se convirtieron en una cabeza de turco cultural para epidemias inexplicables de la época, como la peste.