La mejor manera de averiguarlo es hacer una cita con su veterinario. Se puede confirmar que los gatitos están en camino, y tener una idea de cuántos, palpando el vientre de un gato desde el principio, haciendo un ultrasonido en mitad de la gestación, o haciendo una radiografía al final del embarazo.
Hay algunas pistas que también puedes observar
Su vientre se agrandará alrededor de 30 días después de que se aparea. Otro síntoma que aparece cuando el embarazo continúa, 2 a 3 semanas después de que ella concibe, es que sus pezones se agrandan y se enrojecen.
El cuidado de su reina embarazada
Es raro, pero en las primeras etapas del embarazo, su gato puede tener “enfermedad de la mañana” que podrían aparecer como una falta de apetito o vómitos. Si esto sigue ocurriendo, llévela al veterinario. Con el aumento de las hormonas y los cambios en el útero, puede mostrar signos de fatiga. Esta fase se desvanecerá con el tiempo después de pasar las primeras semanas. Su gato puede necesitar alimentos y las calorías extra, mientras está esperando.
Ella va a comer alrededor de 1,5 veces su dieta normal, aun cuando su embarazo llega a su fin, así que asegúrese de tener acceso constante a dicha cantidad. Su veterinario probablemente recomendará que agregue alimentos o comida para gatos embarazadas a las comidas de su mascota antes del nacimiento y durante la lactancia.
Los virus pueden propagarse a los gatitos antes de que nazcan, por lo que debe mantenerse al día con el calendario de vacunación de su gato. Si su gato embarazada no lleva la vacunación regular y el tratamiento antiparasitario / pulgas o necesita medicación, consulte con su veterinario primero para asegurarse de que el tratamiento es seguro para ella. Lo mejor es vacunar antes de la reproducción, ya que la mayoría de las vacunas no son seguras para dar durante el embarazo.