La varicela causa manchas (sarpullido) y puede hacer que un niño sienta un malestar general. El tratamiento tiene como objetivo aliviar los síntomas hasta lograr terminar con la enfermedad. La recuperación total es habitual en los niños. Las complicaciones graves son poco frecuentes, pero son más propensas a ocurrir en niños con un sistema inmunológico debilitado, como los relativos a la quimioterapia.
¿Qué es la varicela?
La varicela es una infección causada por el virus de la varicela-zoster. La mayoría de los niños tienen varicela en algún momento. Por lo general, los niños reciben la varicela antes de la edad de 10. El sistema inmunitario produce proteínas llamadas anticuerpos durante la infección. Estos luchar contra el virus y luego proporcionan protección de por vida contra ella (inmunidad). Por lo tanto, es raro tener más de un brote de varicela en su vida.
Los síntomas de varicela
- Alta temperatura (fiebre), dolor de cabeza y dolores varios que comienzan a menudo uno o dos días antes de que aparezca una erupción.
- Manchas (erupción cutánea). Los puntos aparecen en los cultivos. Luego se convierten en pequeñas ampollas y comezón. Pueden estar en cualquier lugar en el cuerpo. Varios cultivos pueden desarrollarse a lo largo de varios días. Algunos niños pueden estar cubiertos de puntos; otros tienen sólo unos pocos o incluso ninguno. La erupción empieza como manchas rojas, que luego se conviernte en ampolla, y luego en una costra.
- Pérdida de apetito o problemas de alimentación.
Algunos niños se sienten muy mal por unos días. Otros aparecen solamente levemente enfermos. La mayoría se encuentran mucho mejor dentro de una semana. Las ampollas se secan y sanan. Se desvanecen poco a poco, pero pueden tardar hasta dos semanas para irse por completo.
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